El ajo es un vegetal que a diferencia de otros, sus propiedades están contrastadas mediante experimentos científicamente contrastados.
Su principal efecto sobre el organismo es que actúa como vasodilatador, pero son muchas y variadas sus propiedades curativas, entre ellas disminuir el colesterol, tratar resfriados, gripe, antibacteriano, antiséptico.
Es importante destacar, que el ajo para que mantenga sus propiedades es necesario ingerirlos crudos. Su cocción reduce sus efectos en un 90%.
Es verdad que comer el ajo crudo, tiene unos efectos inmediatos como el mal olor, pero para evitarlo puedes utilizar las siguientes fórmulas: Tomar zumo de limón exprimido, tomar una cucharada de miel, o beber un vaso de leche o de vino tinto.
Como hemos dicho, la principal acción del ajo es actuar como hipotensor, es decir, que aquellas personas hipertensas pueden reducir sus problemas mediante su consumo. Esto se produce, puesto que logra fluidificar la sangre y evitar la formación de coágulos.
También reduce el colesterol. Esta acción se debe a que impide la acumulación de grasas en las arterias previniendo las obstrucciones arteriales evitando infartos de corazón y derrames cerebrales, mientras que incrementa el colesterol HDL ( colesterol bueno) que ayuda a limpiar las células del colesterol malo LDL.
Pero cuidado, también existen contraindicaciones ya que su consumo puede originar problemas intestinales y el estreñimiento.
